2 condolence

• Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
  ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
  Versos del poema En Paz, de Amado Nervo

  Escribir de nuestra querida abuelita, no es fácil en estos momentos. Hay una pena profunda, porque ya no está en este plano terrenal junto a nosotros. Sin embargo, hay que detenerse, calmar el alma, secar las lágrimas y tratar de plasmar en palabras sentidas todo lo que fue su vida.

  De descendientes alemanes, nació en Iquique una niña curiosa, traviesa y rebelde. Creció rodeada del amor de sus padres y hermano, en especial por su adorada abuela Corina, por la cual conoció lo que era la fe en Dios y su amor a la Virgen del Carmen. Descubrió el mundo a través de su familia numerosa, de los viajes y de las historias que después fueron nuestras. Con el tiempo, descubrió el amor, se casó y tuvo a su única hija, que fue el regalo que Dios le dio y por la cual dedicó toda su vida. Compañeras de infinitos momentos, estuviste ahí cuando más te necesitó.

  Fue una privilegiada, no por algo partió de este mundo a los 100 años reconociéndonos a cada uno, lo que nos hacía únicos a sus ojos. Abuela bondadosa, servicial, inquieta, de sonrisa fácil, de mirada positiva y de gran fortaleza. Se dio por entero a sus tres nietos y luego a su bisnieto. Agradecida de lo cotidiano, maravillada por las cosas sencillas, disfrutaba salir de su casa para gozar en cada uno de los lugares que visitábamos, pues siempre buscamos regalonearla. Lo importante, como ella decía, “es que estamos todos unidos”.

  Amaste la vida y si fuera por ti, serías eterna. Así será, pues dejaste una huella imborrable no solo en nuestros padres y en nosotros, sino en todos aquellos que te rodearon.

  Querida abuelita Nené, te vamos extrañar demasiado, pero estamos seguros que seguirás a nuestro lado protegiéndonos como lo hiciste en vida. Sabemos que hoy estás junto a Dios, a la Virgen que amabas y en compañía de muchos que partieron antes que tú. Te amaremos siempre.

  Tus nietos.

• Confiamos que el recuerdo de un ser querido se mantendrá siempre presente en sus corazones. En Funeraria Hogar de Cristo tenemos el propósito de acompañarlos en el homenaje para dignificar la vida en un momento que trasciende, para esto los invitamos a expresar sus condolencias, encender una vela, compartir un abrazo, regalar flores o subir sus fotografías.